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Excelencia, honestidad y respeto en el manejo de los recursos

  • Madrid, España. Por Alonso Morales
  • 8 jun 2016
  • 4 Min. de lectura

Como ciudadano de a pie con entusiasmo innovador en el ansia de aportar a mi misma gente, apoyo siempre incondicional para la reclamación de sus derechos como migrantes.

Debo llamar la atención, a todos mis compatriotas residentes en esta ciudad, para que nos comprometamos de verdad en aprovechar los espacios que se nos dan y así hacer conocer parte de la cruda realidad de nuestra diáspora. He venido participando activamente en las reuniones y talleres formativos programados por las diferentes asociaciones y plataforma para dar cumplimiento a la conformación de la hoja de ruta en la mesa nacional de la sociedad civil para las migraciones.

Canalizar y aprovechar los beneficios que se pueden obtener con la aplicación de la Ley 1465 de 2011, para la compleja situación de los migrantes que se encuentran en situación de desamparo y de abandono por la falta de oportunidades laborales y que las autoridades diplomáticas quieren presentarnos mediante unas soluciones poco convincentes de mejora en la calidad de vida y de unas capacitaciones que, en la situación actual de nuestros compatriotas, es difícil de desarrollar, precisamente por la carencia de recursos y de oportunidades laborales; quiero llamar la atención sobre lo que estamos viendo de cómo se invierten los recursos que son asignados para estos programas que en la práctica solo benefician a unos pocos, quizás los más allegados a los mismos funcionarios diplomáticos; y donde podemos prever los mismos vicios de componendas y amañamiento del manejo de dichas partidas; a usanza de como lo hemos conocido, desafortunadamente en nuestro país.

Cuando se nos ha hablado de “Transparencia en el manejo de los Recursos” esta frase solo se ha convertido en el caballito de batalla de cuanto político y oportunista quiere sacar buen rédito o provecho de la situación de sus compatriotas, sin considerar en ningún momento, las necesidades y penurias que se padecen cuando vemos la cruda realidad; con decir que se van a desarrollar programas de información, formación y capacitación, que a la larga solo se convierten en proyectos distractores donde solo unos pocos son beneficiados; no estamos dando una solución real y verdadera, práctica para que muchos de nuestros compatriotas puedan resolver su estado de defección que están padeciendo. ¿Será que no podemos pensar en programas más productivos y comprometidos con la realidad de los afectados? ¿Será que no es posible dar un manejo adecuado, responsable y honesto a esos recursos, para que su objetivo llegue tangiblemente a quienes tanto lo necesitan?.

Para muchos de nosotros ya NO es posible creer en la tan cacareada frase de la “Transparencia” y por eso es que estamos pidiendo, se implemente un ente que vele por la “Excelencia de los funcionarios en el manejo de los Recursos Públicos y Privados”; así como yo, también hay muchos colombianos que clamamos porque este anhelo se convierta en una realidad; donde nosotros como pueblo podamos exigir y que se nos den respuestas claras y verídicas sobre el uso de los recursos; y no es porque estemos necesitando beneficios o prebendas del estado, es porque vemos la realidad de muchos de los nuestros que no han podido dar cumplimiento al sueño que vinieron buscando cuando, como yo, tuvimos que abandonar nuestro país buscando mejores horizontes para nuestra vida y nuestras familias.

Imagen de internet. Labox.es

Me llama la atención que profesionales que están bien ubicados laboralmente en este país, den la espalda a una realidad como la que vive nuestro territorio colombiano; a veces nos convertimos en conformistas y acomodados porque ya no tenemos una necesidad; pero no podemos ser omisos a esta realidad, debemos tener más sentido de pertenencia y así como nos alegramos por triunfos o logros de nuestros compatriotas, también debemos ser consecuentes con esa otra realidad que nos afecta; ¿o es que ese sentido inmenso de solidaridad que nos caracteriza, se esfuma al traspasar las fronteras territoriales?, ¿por qué no podemos mirar por un momento la situación de nuestro compañero, de nuestro hermano y ayudar desde nuestra posición a crear un movimiento que vele honestamente y con pulcritud el desempeño de nuestros funcionarios y que su labor sea desarrollada con filosofía ética y de buenas costumbres?.

Nos hemos preguntado alguna vez ¿por qué, cuando se cita a estas reuniones programadas por la Embajada o por un Consulado, se nota la desidia y el desinterés de la gente, porque de antemano ya sabe que no se va a lograr nada positivo de las mismas? ¿Será que hemos detectado que aún lejos de nuestra patria, se siguen practicando la ignominia y la corrupción que nos alejó de nuestra Patria?

Señores toquémonos el corazón y procuremos hallar caminos de conversión hacia una cultura de respeto, de verdadera tolerancia, de verdadera honestidad en nuestro actuar; dejemos de lado ya y de una vez por siempre, ese afán de sacar provecho de los recursos a costa del sacrificio de nuestros propios conciudadanos; no permitamos más que nuestra credibilidad ante el mundo se mantenga siempre en duda y que los que estamos fuera y con posibilidades de aportar un granito de arena en la consecución de un mejor bienestar para nuestro país, malgastemos esa oportunidad, es hora de decirle a todos nuestros funcionarios, señores, más respeto y por favor desarrolle su trabajo CON EXCELENCIA, HONESTIDAD Y RESPETO POR EL MANEJO DE LOS RECURSOS DEL ESTADO Y PRIVADOS.

Alonso Morales

pueblo.indolente@gmail.com

 
 
 

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